domingo, 2 de agosto de 2009

Acordeón dérmico



Todo pliegue es parte de la historia de los movimientos, si es que pudiese concebirse así, como una historia. Cada uno guarda entre curvas un sonido sordo y una voz que busca su fuga; cada uno guarda en sí su propio repliegue y emancipación, su propia forma de ser en el mundo, expuesta a ser descrita e imitada.

En este sentido, así como se ha hecho con la palabra, podría pensarse en una retórica cinética, como la física, pero estética, un primer pretexto para pensar en una suerte de retoricidad del movimiento: Lo que hace y puede hacer un péndulo, una palanca, un giro en este nuestro mundo simbólico; lo que hace un dèrmico acordeón.


jueves, 5 de febrero de 2009

FANTASÍA

ATOPIKOS D'

miércoles, 4 de febrero de 2009

ATOPIKOS G'

ATOPIKH G'


ATOPIKOS B'

ATOPIKOS A'


ATOPIKH B'

ATOPIKH A'

TP

LA BLANCA




Blanco de gis en la testa de una anciana ansiosa. A él parece no importarle que deglute sus uñas; seguramente es una causa perdida y cinco de mayo ofrece algún cuadro psicológico más interesante, aunque la dama de La Blanca lo refute.

Así devienen las miradas en la urbe y se plasman en los libros de la Historia: como los senderos que se bifurcan, si es que en realidad podría decirse que parten de un mismo origen. Porque si bien puede el verbo orientarlas, no así el silencio que, en todo caso, revierte las pupilas al abismo imaginario de uno mismo.

Por lo demás nadie ve hacia las sillas y nadie mira desde ellas. Los comensales ausentes observarán después otro escenario de la psique tras los vidrios. Quizá alguno encuentre sobre sus narices un trazo caligráfico de los cincuentas y asome sus ojos por la pancita de la B para contarse una historia, o evitar la mirada de quien le acompaña.